El pasado 22 de octubre en el Centro Cultural y Deportivo de nuestro colegio, representantes de los 7 colegios de las fundaciones educacionales del Obispado de Chillán participaron en la primera versión del “Congreso Ideario Fundamental” que tuvo como objetivo reflexionar y aportar a la redacción del ideario que va a orientar los proyectos educativos de las comunidades. Esta actividad es la segunda etapa de trabajo participativo, ya que la primera se hizo en cada comunidad educativa. Lo desarrollado por cada colegio, metodología de trabajo y aportes, fue presentado a la asamblea.

En el Congreso participó el obispo de Chillán, Sergio Pérez de Arce, quien dio una Charla sobre el Desafío Evangelizador de los colegios diocesanos, en la que comenzó recalcando, “el Congreso nos reúne como educadores cristianos que compartimos una misma misión, bajo el alero de la Iglesia de Ñuble, de la que somos arte. Nos reunimos para buscar mejores caminos para nuestra tarea, para hacerlo mejor, para ser más fieles al llamado que Dios nos hace en los niños, las niñas y los jóvenes que ayudamos a educar”. Aseguró que “lo evangelizador no es un añadido a la acción educativa, sino su marco y su identidad. Creemos que el mensaje de Jesús, que hemos sido enviados a anunciar por el mismo Señor, tiene la capacidad de aportar un plus a la vida de las personas y a la misión de las instituciones educativas, pues el evangelio es una fuente de vida y posee una gran fuerza antropológica y espiritual, al servicio tanto de la edificación del propio ser como de la comunidad humana”.

En sus palabras ahondó en seis grandes desafíos, los propiamente pedagógicos y educativos: el rol formativo del Colegio, en competencia “desleal” con otros agentes que inciden en la formación de los estudiantes; transmitir y testimoniar la cosmovisión evangélica de la persona y la sociedad, en medio de una cultura plural y subjetivista; evangelizar “en salida” y convirtiendo constantemente nuestros métodos, estilos, estructuras; formar formadores, y asumir la educación desde una perspectiva transformadora de la sociedad, como semilla de la esperanza. Aseguró que “la educación es un acto de esperanza, que tiene que estar al servicio de la edificación de un mundo más fraterno”.

La actividad también incluyó trabajo en grupos y concluyó con una hermosa celebración litúrgica.

Al finalizar se agradeció a los organizadores y especialmente a nuestro Colegio que ofició de dueño de casa en esta oportunidad.

Se espera prontamente hacer la edición final del documento para ser aprobado y entregado a cada comunidad educativa.