26 Jul 2023

El Padre Vicente Las Casas y Galván, y la Fundación de nuestro Colegio

CONTEXTO

La realidad educativa de nuestra ciudad, durante la segunda mitad del siglo XIX, al igual que en muchas otras partes de Chile, enfrentaba diversos desafíos y transformaciones significativas.

En aquel entonces, la educación en Chillán se caracterizaba por su precariedad y limitaciones. La falta de recursos y la escasa infraestructura dificultaban el acceso a la educación para gran parte de la población. Además, la falta de docentes capacitados y la falta de programas educativos sólidos eran obstáculos adicionales que afectaban la calidad de la enseñanza.

Uno de los primeros colegios en Chillán fue el Colegio de Infantes, fundado en 1821 por el presbítero José Miguel Echeverría. Este colegio brindaba educación básica a niños de la ciudad y sentó las bases para el futuro desarrollo educativo en Chillán.

En 1834, se fundó el Colegio Seminario de San Juan de Dios, una institución de educación secundaria y preparatoria para el seminario sacerdotal. Este colegio tuvo un papel importante en la formación de jóvenes que luego seguirían carreras eclesiásticas, este colegio seminario podríamos considerarlo uno de los primeros antecedentes locales de lo que posteriormente fue el colegio “Sagrado corazón”.

A pesar de estos desafíos, la segunda mitad del siglo XIX fue testigo de un creciente interés y esfuerzo por mejorar la educación en Chillán y en todo el país. Se promovieron iniciativas para establecer escuelas y expandir el acceso a la educación básica. Se fundaron instituciones educativas como la Escuela de Niñas de Chillán, en 1857.

El sistema educativo en Chillán comenzó a experimentar cambios significativos a medida que se promovían reformas en la educación a nivel nacional. Durante el gobierno de Manuel Montt, a mediados del siglo XIX, se impulsó la creación de escuelas primarias en todo el país, incluyendo Chillán. Estas escuelas buscaban brindar educación básica a la población, aunque todavía existían limitaciones en términos de infraestructura y calidad de la enseñanza.

En ese contexto, la educación en Chillán también estaba estrechamente ligada a la influencia de la Iglesia Católica. Las instituciones religiosas desempeñaron un papel importante y transversal en la educación, estableciendo escuelas y promoviendo la enseñanza eclesiástica.

Desde la mirada de un contexto legislativo, a medida que avanzaba el siglo XIX, también surgieron voces y movimientos que abogaban por una educación más laica y universal. Estos esfuerzos se vieron reflejados en la promulgación de leyes educativas, como la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria de 1860, que buscaba universalizar la educación primaria en Chile. En resumen, durante la segunda mitad del siglo XIX, la educación en Chillán enfrentaba desafíos en términos de recursos, infraestructura y calidad de enseñanza. Sin embargo, también se observaron esfuerzos desde los actores políticos, eclesiásticos y privados por mejorar el acceso a la educación y promover reformas en el sistema educativo. La influencia de la Iglesia Católica y la aparición de movimientos a favor de una educación más laica y moderna marcaron el panorama educativo de la época.

VIDA DEL PADRE VICENTE LAS CASAS Y GALVÁN

Nacido en la ciudad de Santa María de Los Ángeles el 3 de agosto de 1850, hijo del coronel de ejercito Vicente Las Casas y Carvajal y la señora Paxedes Galván y Ríos, ambos de familia de noble abolengo, según reportan las crónicas de aquellos tiempos, su hermano Aníbal fue por mucho tiempo presidente del partido conservador de Concepción y diputado del congreso nacional. Su ingreso al seminario se concreta a los 12 años y luego de 11 años de preparación, a sus 23 celebra su primera misa en Concepción. Su vida dedicada a la educación comienza cuando en el seminario inicia impartiendo clases como profesor de literatura y posteriormente como director espiritual del pensionado universitario que acababa de fundarse. Después de un breve pasó como párroco de San Carlos, el obispo de Concepción (Hipólito Salas) lo designa en 1876 como párroco de Chillán, ciudad donde dejaría un legado vivo hasta hoy, en esos tiempos la parroquia chillanense consideraba los territorios de Chillán viejo, Coihueco y Pinto. En nuestra ciudad permaneció cerca de 40 años cumpliendo funciones. Fue un educador notable, con creces se ganó el afecto y adición de sus estudiantes y quienes tenían la oportunidad de compartir con él, reconocían es su basta cultura, dominio de idiomas (francés, griego, latín e italiano), melómano admirador de Bach y Litz. Poseedor de una oratoria excepcional, recordados son sus discursos enmarcados en el contexto de la guerra del Pacífico donde despedía y bendecía a quienes partían a la guerra desde nuestra provincia; sus palabras enardecían los espíritus abatidos y sembraban la esperanza de triunfo. Como buen hijo de militar, supo destacar las efemérides castrenses, fue capellán del batallón Chillán. Al terminar la guerra del Pacifico fue condecorado por el ejército de Chile por sus virtudes ciudadanas y patriotismo.

Quienes tenemos la suerte de conocer o habitar nuestra ciudad debemos saber que el emblemático monumento a nuestro padre de la patria, don Bernardo O´Higgins Riquelme, ubicado en el centro de nuestra plaza de armas fue inaugurado con un discurso por el padre Las Casas ante una inclemente lluvia y un pueblo que lo admiraba y reconocía como uno de los suyos.

Hombre de carácter, se pronunciaba en cada oportunidad que tenía para opinar sobre el acontecer político de la época, en particular contra el parlamentarismo liberal que proponía la lucha anticlerical, para defender su posición consideraba los distintos medios de la época, periódicos, panfletos, revistas, etc. En sus últimos años fue llamado a ser canónigo de la catedral de Concepción, por el obispo Luis Izquierdo, sin embargo, por voluntad de Dios padre, fallece en su amado Chillán un 21 de julio de 1920 a la edad de 70 años rodeado del cariño y estimación de todos. Es el único párroco cuyos restos descansan en la cripta de los obispos de Chillán como homenaje a su obra, apostolado y conquista de nuevas vocaciones.

OBRA

Ciudadano ilustre de nuestra ciudad, impulsor de la cultura, el arte y el sacerdocio, fundó en la ciudad de Chillán el año 1888 la “Sociedad de obreros del sagrado corazón”, “la congregación de las hijas de María y las conferencias de San Vicente de Paul”. Este mismo año, 1888, como consecuencia de un espíritu inquieto y en compañía del reverendo Padre Valle y con el apoyo de la orden de Santo Domingo de Chillán, funda el colegio “Alberto Magno” el que sería precursor de nuestra presente institución, este colegio solamente pudo funcionar durante 9 años y en 1897 tuvo que cerrar sus puertas. El padre Las Casas y su personalidad no iban a permitir que nuestra ciudad se quedara sin albergar a quienes tenían como opción de vida la fe e insistió a pesar de las dificultades económicas, pudo conseguir apoyo del obispo de Concepción don Placido Labarca, logrando fundar el día 25 de enero de 1898 el colegio “Seminario del sagrado corazón de Jesús”, el que actualmente es nuestro colegio, siendo el Padre Vicente Las Casas rector por más de18 años, hasta el año 1917, 3 años antes de su partida, obra que el padre consideraba un “pedazo de su alma”. En conclusión, considerando el contexto histórico y la impronta personal del Padre Las Casas, debemos valorar y reconocer los esfuerzos por querer instalar en nuestra ciudad instituciones educativas que promuevan la fe cristiana y los valores esenciales que nuestro credo profesa, sin embargo, no debemos dejar de considerar que el marco histórico de nuestro país estaba respondiendo a los requerimientos sociales y legislativos de la época; juzgando, entonces, ambos elementos, no podemos más que enaltecer la figura y obra del padre Vicente Las Casas por consolidar y ejecutar su visión en nuestra ciudad, entregándonos como herencia esta solida institución a nosotros, quienes somos los llamados a extender y revitalizar su obra.

Cristian Ortiz
Profesor de Historia
25 de julio de 2023

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