Nuestra Historia
El Colegio Seminario Padre Alberto Hurtado de Chillán nace bajo el alero de la Diócesis de Concepción, por los anhelos del Párroco de Chillán don Vicente las Casas y Galván, de contar con un establecimiento educacional de prestigio para esta ciudad; es así, como luego de mucho bregar obtiene la autorización del Obispo de Concepción don Plácido Labarca para la fundación del Seminario Sagrado Corazón de Jesús, el día 25 de enero de 1898, siendo nombrado Rector el mismo padre Las Casas.
Abrió sus puertas a la comunidad en un solar adquirido por su primer rector y fundador entre las calles Libertad con 5 de Abril. Sus comienzos fueron difíciles, ya que estuvo marcado por una notoria escasez de recursos y por las leyes de la época, que obligaba a los alumnos a rendir exámenes ante comisiones externas para validar sus conocimientos. Sin embargo, el establecimiento educacional sale a la comunidad gracias a la gestión de los continuadores de la obra, los que fueron imprimiendo su sello distintivo de gran disciplina y cumplimento del deber y dándole un gran impulso e importancia a la creación de una “academia literaria”, con la que consiguieron la publicación de una revista escolar “Ateneos didácticos” y la creación de un Centro de Estudiantes, lo que significó que el Colegio Seminario en las primeras décadas del siglo XX fuese alcanzando un gran prestigio a nivel provincial y nacional, lo que finalmente le valió la obtención de exámenes validados ante sus propios profesores.
El colegio no estuvo ajeno al cataclismo que asoló la ciudad de Chillán en enero de 1939, ya que este terremoto devastó sus edificaciones; no obstante, el último rector diocesano de la época, Padre Luis Palma Venegas, no se amilanó ante la adversidad de la naturaleza y junto a toda la comunidad, construyó unos pabellones de madera, con lo cual el Seminario de Chillán nuevamente se puso de pie, siendo el primer colegio de la ciudad en iniciar sus clases ese infortunado año.
Luego el Colegio pasa a manos de la Compañía de Jesús.
Período Jesuita 1944 – 1977
La labor evangelizadora de los Jesuitas en Chile a partir del período de la Conquista es indiscutible, sobresaliendo un marcado interés por el ámbito educacional. Es así como el 03 de enero de 1944, el Colegio Episcopal Vicente A. Las Casas, llamado comúnmente Seminario de Chillán, fue entregado a la Compañía de Jesús, la cual asume su primera gran responsabilidad, después de cinco años del gran terremoto que afectó a la zona, que fue la construcción del nuevo edificio correspondiente a un pabellón de tres pisos (lado oriente) terminado el año 1945 y ocupado ese mismo año. A lo anterior, se agrega la adquisición en este período de un gran terreno de 11 hectáreas en el sector de la Colonia Bernardo O’Higgins, destinado a la construcción del “Estadium San Ignacio” que tendría como finalidad la distracción y el esparcimiento de unos ochenta alumnos que se encontraban ocupando el internado y que actualmente es el estadio de nuestro colegio.
Una de las improntas de la Compañía en el Colegio Seminario fue la formación global de sus alumnos, tanto en lo académico como en el fortalecimiento del espíritu social a través del apostolado entre las clases más humildes, todo lo cual fue contribuyendo a que el Colegio Seminario se hiciera de una excelente reputación aportando en 1945 a la compañía los dos primeros novicios egresados de esta institución.
En relación al número de alumnos, durante este período hubo un importante incremento de matrículas, cuyo mejor ejemplo se da con el P. Arteaga que asume la rectoría con 474 alumnos y en el período del P. Escobar ya alberga a 934 estudiantes; sin embargo, en 1970 ocurre un hecho que sin duda constituye un hito para la historia del colegio y que es el ingreso de 80 alumnas a Tercero Medio, transformándose el establecimiento en colegio mixto, lo que significó un cambio radical, pues desde su fundación solo había tenido alumnos varones.
En 1977 los Jesuitas devuelven el colegio a la Diócesis San Bartolomé de Chillán, por razones que son dadas a conocer en carta del Padre Provincial al Padre Obispo a principios de 1976. En ella se deja constancia de la imposibilidad de seguir a cargo del colegio, debido a las nuevas y urgentes tareas que pide la Iglesia y la mayor gloria de Dios, decisión que caló profundo en la comunidad, generando variadas reacciones.
En 1977, concluye la etapa Jesuita con su último rector el Padre Renato Hevia, encargado de entregar el colegio a la Diócesis de Chillán, dirigida en aquel entonces por el Obispo Francisco José Cox.
A fines de 1978 se alejan definitivamente del colegio los dos últimos sacerdotes jesuitas: el Padre Cristian Brahm y el Padre Mario Vergara. Siendo el traspaso definitivo el día 06 de enero de 1978 en una amplia reunión en la sala Padre A. Hurtado del colegio, presidida por el Padre Obispo Francisco José Cox y a la que asiste el Padre Provincial de la Compañía de Jesús, Juan Ochagavía; ocasión en que recibió el colegio su nuevo sostenedor, el Padre Obispo.
Período Diocesano 1978 – actualidad
Tradicionalmente las Licenciaturas de Cuartos Medios se realizaban en la Catedral de nuestra ciudad hasta que desde la promoción del año 1987 esta actividad comienza a realizarse en las dependencias del Colegio, lo cual marcará con un signo de identidad a las nuevas generaciones.
Durante ese mismo año y manteniendo el sello de los alumnos hurtadianos, el colegio envía una delegación a Santiago para participar del encuentro de Jóvenes con el Papa Juan Pablo II en el Estadio Nacional, fomentando la formación de jóvenes católicos y comprometidos con su fe.
El año 1998 celebramos el centenario del colegio con múltiples actividades que involucraron a toda la comunidad hurtadiana, naciendo la Operación Padre Hurtado (OPH) actividad de carácter solidaria organizada por la Pastoral y que convoca a cientos de voluntarios cada año en el mes de enero para ir en ayuda de los más necesitados.
Durante el año 2000, en forma paulatina, comienza el traslado desde el centro de Chillán hacia la moderna construcción ubicada en los terrenos del Estadio Seminario, hoy Avenida Padre Alberto Hurtado, cuyo nombre original fue calle San Martín.
Conforme se iniciaba y avanzaba el nuevo milenio también lo hacía nuestro centenario colegio, con transformaciones desde adentro, “luces y sombras” dijo el rector de aquella época el Padre Juan Carlos Cortez, al tratar de explicar la búsqueda de la mejor opción para llevar a este establecimiento por un mejor modelo de gestión y aunar criterios para que todos se sientan parte del gran proyecto. En 2008 la comunidad hurtadiana sufre la pérdida de uno de sus pilares más importantes, el Obispo Eladio Vicuña, cariñoso pastor. Ese mismo año se inauguró en las dependencias el Patio de los Santos, con la frase “Él nos mostró el camino… sigámoslo” en homenaje a San Alberto Hurtado y Santa Teresa. Al año siguiente, en 2009, el colegio realiza la Operación Padre Hurtado en Chonchi, Chiloé, demostrando la fuerza y espíritu de los hurtadianos para servir al prójimo.
El 2010, Chile sufre uno de los mayores sismos de nuestra historia, afortunadamente el colegio no tuvo mayores daños en su estructura, pero, una vez más, demostró su espíritu hurtadiano a través de los jóvenes y familias pertenecientes al colegio las que organizaron ayuda solidaria inmediata para los afectados.
Ya en el 2012 comienza una nueva y renovada etapa para nuestro colegio, con la llegada de un nuevo rector Juan Escobar Kramm, quien llamó a toda la comunidad hurtadiana a “Mirar con optimismo y comprometerse con la Institución” para lograr, de esta manera, continuar con la hermosa tradición del colegio de formar líderes cristianos para la sociedad del mañana.
En el 2015 el Colegio cumple 117 años de existencia, consolidando su proyecto educativo y aporte a la sociedad chillaneja formando a miles de estudiantes en su historia, además de ser uno de los colegios diocesanos más importantes de la provincia de Ñuble. Como establecimiento católico diocesano, su misión ha sido formar líderes cristianos, de excelencia humana y académica, a la luz del Evangelio y del Magisterio de la Iglesia, hecho vida en San Alberto Hurtado, que es el patrono del colegio.
El Seminario Padre Alberto Hurtado es un colegio que forma integralmente a los alumnos, que alcanzan los 2.100 alumnos; quienes son el eje principal del proceso educativo, capaces de insertarse competentemente en la sociedad actual y de comprometerse con su familia, comunidad y país.
Es un establecimiento que posee una sólida formación académica y en la fe; formando hombres y mujeres felices, dispuestos a la creación e innovación, con la lucidez propia de personas atentas a los signos de los tiempos; y que dentro de sus ámbitos de acción destacan la gestión de la formación integral, pedagógica y de la comunidad Hurtadiana.
Durante el 2018, el colegio ha celebrado 120 años desde su fundación, consolidándose dentro de los establecimientos educacional de la Región de Ñuble, cuyo proyecto educativo se ha centrado en el Proyecto Formativo Institucional; que incluye, junto con el permanente mejoramiento de los aprendizajes de nuestros estudiantes; el acompañamiento a través del énfasis en el trabajo de psico-orientación, pastoral, profesores jefes y apoyo psicopedagógico; además del desarrollo humano de todos los trabajadores.