Vida y Obra de San Alberto

(Luis Alberto Hurtado Cruchaga; Viña del Mar, 1901 – Santiago, 1952)

Sacerdote jesuita chileno, conocido también como el padre Hurtado. Canonizado en 2005 por el papa Benedicto XVI, se le considera una de las figuras religiosas chilenas más relevantes del siglo XX.
Infancia.

En 1905, fallece su padre, lo que acarreara serias dificultades económicas y la posterior venta de las tierras, que eran el patrimonio familiar. Por ello se trasladan a Santiago y comienzan a vivir en casas de distintos parientes, sin tener una casa propia. En 1909 ingresa al Colegio San Ignacio. Ese mismo año hace su primera comunión, y al año siguiente es confirmado. Las dificultades económicas no impiden que, junto a su madre, trabaje por los más pobres, en el Patronato San Antonio. Termina el colegio en 1917 y luego pasó a la Universidad Católica de la misma ciudad para cursar la carrera de derecho.

Juventud
El 7 de agosto de 1923, después de haber presentado su memoria de Licenciatura El trabajo a domicilio, rinde su examen final, que aprueba con nota sobresaliente por unanimidad, y, con ello, recibe su título de Abogado.
Ingresó como novicio en la orden jesuita, en la casa de formación que la orden tenía en la ciudad de Chillán.
Tras ello marchó a Argentina, España y Bélgica (Universidad de Lovaina) para completar sus estudios y su formación religiosa. En 1933 fue ordenado sacerdote.
Ya, en 1936, Y de regreso en Chile, comenzó su labor docente en la universidad como doctor en psicología y pedagogía.
En 1942 fue nombrado asesor en el área de juventud de la organización Acción Católica, con la que recorrió todo el país fundando centros de asistencia juveniles, sin dejar prácticamente provincia sin visitar.
En el año 1944, siguiendo con su obra social y catequística fundó el Hogar de Cristo, centro creado con el propósito de dar cobijo a los desamparados. Por su intensa actividad, el padre Hurtado llegaría a ser conocido como “el cura de los pobres”.
En 1948, cuando las ideas marxistas amenazaban con extenderse por las capas más desprotegidas y la pujante clase obrera chilena por medio de los sindicatos, Alberto Hurtado creó un sindicato católico, Acción Sindical Chilena (ASICH), con el objeto de oponer resistencia a un ideario político que iba en contra de los valores defendidos por la Iglesia Católica.
Inspirado en la doctrina de la encíclica Cuadragésimo Anno, publicó varios libros.
Fundó y dirigió la importante revista Mensaje, que se publica todavía hoy. Entre sus obras destacan ¿Es Chile un país católico?, El Humanismo social cristiano en los documentos de la jerarquía católica, Sindicalismo, historia, teoría y práctica, La crisis afectiva de la adolescencia y La crisis sacerdotal en Chile.

Camino a la beatificación

En el año 1977, la Iglesia católica chilena llevó a cabo los primeros trámites del proceso para la beatificación de Alberto Hurtado, el cual no comenzó realmente su curso ordinario.
El año 1993, fecha en la que el papa Juan Pablo II dio su visto bueno al informe sobre la causa de beatificación.
El 10 de octubre de 1994, Alberto Hurtado fue beatificado por el papa Juan Pablo II; once años después, en octubre de 2005, fue canonizado por Benedicto XVI. La festividad de San Alberto Hurtado se celebra el 18 de agosto, fecha en la que fallece Alberto Hurtado de cáncer conocido este día como el día nacional de la solidaridad.

San Alberto vivió según las enseñanzas de nuestra Iglesia. Es un hijo predilecto de la Iglesia chilena. Del mismo modo nos invita a ser parte activa de nuestra Iglesia.

Algunas de sus frases
1. Alegría de vivir, Contento Señor contento.
2. Dar siempre, dar hasta que duela, hasta que se nos caigan los brazos de cansancio.
3. “La misa es mi vida y mi vida es una misa prolongada”
4. “Cristo se ha hecho nuestro prójimo, o mejor nuestro prójimo es Cristo”
5. “El pobre es Cristo. Por la fe debemos ver en los pobres a Cristo y si no lo vemos es porque nuestra fe es tibia y nuestro amor imperfecto.”
6. “Nadie es tan pobre que no pueda regalar una sonrisa, y nadie es tan rico que no necesite de una”.
7. “Está muy bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien”.

Principales enseñanzas

1. “Los alumnos han de llegar a comprender que la sociedad tiene derecho a esperar, a exigir de ellos que realicen un progreso en las condiciones de vida, en el bienestar nacional, en la cultura, en la fraternidad social. La Patria de mañana será lo que ellos sean; progresará al paso de sus esfuerzos. Y ellos serán mañana, lo que sean hoy; si durante sus años de formación son indolentes, perezosos, egoístas, así serán los más el resto de su vida. Si no mastican hoy los problemas escolares, su dentadura intelectual será incapaz de morder mañana los graves problemas nacionales. El juego de la política, la chacota de las cámaras será la continuación de la “tanda” del Colegio.” (San Alberto Hurtado)
2. “Hay una vida pobrísima, que apenas es vida (pecados veniales repetidos) [no hablamos del estado de pecado mortal, porque eso es muerte]; vida pobre, de infidelidades a la gracia, sordera espiritual, falta de generosidad; y una vida rica, plena, fecunda, generosa. A ésta nos llama Cristo. Es la santidad. Y Cristo quiere cristianos plenamente tales, que no cierren su alma a ninguna invitación de la Gracia, que se dejen poseer por ese torrente invasor, que se dejen tomar por Cristo, penetrar de Él. La vida es vida en la medida que se posee a Cristo, en la medida que se es Cristo. Por el conocimiento, por el amor, por el servicio. ¡El camino es infinito en perspectivas! ¡Dios quiere hacer de mí un santo! Quiere tener santos estilo siglo XX: estilo Chile, estilo liceo, estilo abogado, pero que reflejen plenamente su vida.”

Oración San Alberto

Padre Alberto Hurtado
Apóstol de Jesucristo
servidor de los pobres,
amigo de los niños
y maestro de juventudes,
bendecimos a nuestro Dios
por tu paso entre nosotros.
Tú supiste amar y servir,
tú fuiste profeta de la justicia
y refugio de los más desamparados.
Tú construiste con amor
un hogar para acoger a Cristo.
Como un verdadero Padre
tú nos llamas a vivir la fe
comprometida, consecuente y solidaria.
Tú nos guías con entusiasmo
en el seguimiento del Maestro.
Tú nos conduces al Salvador
que nuestro mundo necesita.
Haznos vivir siempre contentos
aún en medio de las dificultades.
Haz que sepamos vencer el egoísmo
y entregar nuestra vida a los hermanos.

PADRE HURTADO,
HIJO DE MARÍA Y DE LA IGLESIA,
AMIGO DE DIOS Y DE LOS HOMBRES,
RUEGA POR TODOS NOSOTROS. AMÉN